Días en los que nuestro entorno se llena de colores cobrizos y anaranjados, las tardes se van acortando y la naturaleza nos regala nuevas texturas, colores y elementos para poder explorar, manipular e investigar. ¡Hola Otoño!


Nos volvemos unos artistas, y nuestra escuela se llena de murales con los que no solo descubrimos nuevos colores, trabajamos coordinación, cooperación, psicomotricidad fina… sino vemos cambiar nuestra escuela cada semana, vamos observando como somos nosotros mismos los que hacemos que la escuela se sienta viva.
Este año nos hemos querido acercar aún más a la naturaleza, no solo representándola, que nos encanta, sino viviéndola, oliéndola, tocándola, en definitiva sintiéndola, que es la mejor manera de descubriéndola. Eso es nuestro proyecto anual, AIYANA.
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